CUANDO LOS PROTECTORES SON LOS PEORES ENEMIGOS (Reflexión a la “Primera Prisión por Maltrato Animal en España” – Noviembre 2017).
Millones de personas todos los días en el mundo dejan de lado sus necesidades, sus ajustados horarios y responsabilidades para ayudar a curar, a rescatar, a salvar la vida de otros millones de animales. Esta ayuda anónima -que transcurre en total silencio la mayoría de las veces- es lo que permite que perros, gatos, caballos, monos, gallos, etc.; puedan tener una esperanza de vida. Imagino a esas mujeres, a esos hombres, a esos niños como ángeles gigantes que han bajado del cielo para reconfortar el alma de un ser que sufre, para llenar una pancita que cruje de hambre, para dar cobijo en su casa ante una gran ola de frío, o dar de beber agua fresca cuando los termómetros parecen explotar a causa del calor. Con escasos recursos y sin pedir nada a cambio, se convierten en héroes, en ejemplos a seguir. Rescatado de las calles de Cordoba, Argentina. Antes y después de Toby. Uno recupera la confianza en la Humanidad cuando conoce estos milagros cotidianos.